Empezamos a necesitar menos mano de obra para mantener una economía productiva gracias a la automatización y la inteligencia artificial que, a lo largo de los últimos años, se ha desarrollado de manera exponencial.
Hasta no hace mucho, era solamente en las películas de ciencia ficción ver lo que hoy en día es una realidad, es decir, la tecnología y la robótica ya son capaces de conducir vehículos, pilotar aviones, tomar nota a un cliente, realizar tareas domésticas o responder a cuestiones o problemas mejor y con mayor rapidez que un ser humano.
El desarrollo mundial en las últimas décadas ha contribuido a que vivamos en un planeta con mayor abundancia, y esto puede resultar positivo para algunas cosas, ya que según datos de la OCDE, en los últimos 25 años el número de personas en situación de pobreza extrema se ha reducido de 2.000 a 702 millones. Pero, por otro lado, la distancia entre ricos y pobres es la mayor que se ha recogido en la historia.
No hay garantías de que todos vayamos a compartir en la misma medida la nueva riqueza experimentada por el desarrollo mundial gracias al progreso de la tecnología, en el que con el paso del tiempo, vamos obteniendo más outputs con menos inputs.
Según un informe de la Caixa publicado en 2016, el 43 % de los puestos actuales de trabajo existentes se encuentran en el grupo de alto riesgo de ser sustituidos por la tecnología y la robótica en los próximos años, un porcentaje no muy alejado del 47 % que estiman según un estudio de la Universidad de Oxford.
¿Será la clase media y los puestos de trabajo menos cualificados los afectados?
Hasta ahora el desarrollo tecnológico y la automatización siempre ha amenazado a la clase media y aquellos trabajos que tienden a desaparecer son los más rutinarios y mecánicos. Por ejemplo, obreros de la construcción, operarios en fábricas, mozos de almacén, reponedores, cajeras o cajeros en supermercados, trabajadores agrícolas, chóferes de taxi, transportistas de mercancías, camareros, vendedores de seguros, obreros industriales, entre otros.
Pero desde hace poco la tecnología, dotada ahora de inteligencia artificial, está yendo mucho más lejos y está adquiriendo conocimiento para ser capaz de competir, desde un punto de vista productivo, con profesionales e individuos mucho más cualificados. Por ejemplo, ofrecer asesoría financiera, elaborar la declaración de la renta, diagnosticar enfermedades, realizar intervenciones quirúrgicas o hacer ingeniería son solo algunos ejemplos de lo que la tecnología está ya siendo capaz de realizar.
A continuación, vamos a repasar varios casos de noticias recientes que hace reflexionar hasta qué punto está llegando el desarrollo tecnológico a poner en riesgo ciertos puestos de trabajo que tenderán a ser sustituidos en mayor o menor medida, algunos de los cuales son trabajos altamente cualificados y remunerados.
El desarrollo mundial en las últimas décadas ha contribuido a que vivamos en un planeta con mayor abundancia, y esto puede resultar positivo para algunas cosas, ya que según datos de la OCDE, en los últimos 25 años el número de personas en situación de pobreza extrema se ha reducido de 2.000 a 702 millones. Pero, por otro lado, la distancia entre ricos y pobres es la mayor que se ha recogido en la historia.
No hay garantías de que todos vayamos a compartir en la misma medida la nueva riqueza experimentada por el desarrollo mundial gracias al progreso de la tecnología, en el que con el paso del tiempo, vamos obteniendo más outputs con menos inputs.
¿Cuántos puestos de trabajo se estiman que peligrarán debido a la automatización?
Según un informe de la Caixa publicado en 2016, el 43 % de los puestos actuales de trabajo existentes se encuentran en el grupo de alto riesgo de ser sustituidos por la tecnología y la robótica en los próximos años, un porcentaje no muy alejado del 47 % que estiman según un estudio de la Universidad de Oxford.
¿Será la clase media y los puestos de trabajo menos cualificados los afectados?
Hasta ahora el desarrollo tecnológico y la automatización siempre ha amenazado a la clase media y aquellos trabajos que tienden a desaparecer son los más rutinarios y mecánicos. Por ejemplo, obreros de la construcción, operarios en fábricas, mozos de almacén, reponedores, cajeras o cajeros en supermercados, trabajadores agrícolas, chóferes de taxi, transportistas de mercancías, camareros, vendedores de seguros, obreros industriales, entre otros.
Pero desde hace poco la tecnología, dotada ahora de inteligencia artificial, está yendo mucho más lejos y está adquiriendo conocimiento para ser capaz de competir, desde un punto de vista productivo, con profesionales e individuos mucho más cualificados. Por ejemplo, ofrecer asesoría financiera, elaborar la declaración de la renta, diagnosticar enfermedades, realizar intervenciones quirúrgicas o hacer ingeniería son solo algunos ejemplos de lo que la tecnología está ya siendo capaz de realizar.
A continuación, vamos a repasar varios casos de noticias recientes que hace reflexionar hasta qué punto está llegando el desarrollo tecnológico a poner en riesgo ciertos puestos de trabajo que tenderán a ser sustituidos en mayor o menor medida, algunos de los cuales son trabajos altamente cualificados y remunerados.
- JP Morgan ha incorporado un software que realiza en segundos el equivalente a 360.000 horas de trabajo de abogados cada año, en materia de revisión de acuerdos de préstamos comerciales, y con menor probabilidad de error.
- En la Universidad de Utah han desarrollado un robot capaz de realizar una operación de 2 horas en 2 minutos y medio, perforando el cráneo humano con una precisión superior a la de un cirujano.
- A los becarios de laboratorios en investigación también puede salirles sustitutos. La Aberystwyth University en Gran Bretaña, ha llegado a desarrollar un brazo robot (denominado ADAM) para laboratorios de investigación, capaz de realizar experimentos biólogos, evaluar resultados e incluso tomar decisiones propias.
- Rusia ha desarrollado un robot (denominado FEDOR) capaz de disparar armas con dos brazos con mayor precisión que un ser humano y dotado con inteligencia artificial, por lo que los militares puede que se vean acompañados por “terminators” en un futuro.
- Según un estudio de la consultora Deloitte el 39 % de los empleos del sector judicial podrían automatizarse en los próximos 10 años.
- Los empleados de la banca también han estado y estarán todavía más amenazados, ya que acudir a las sucursales es innecesario dado las aplicaciones móviles y servicios que ofrece la banca online. Cabe añadir que solamente desde 2008 el sector bancario en España ha despedido a un 30 % de sus empleados, un total de 81.575 personas y el cierre de más de 5.100 sucursales.
- La agencia de noticias Associated Press comenzó a usar en 2014 un software basado en inteligencia artificial para escribir hasta 3.000 informes trimestrales de ingresos, lo que hace prescindible el trabajo de algunos periodistas y redactores.
- Incluso Hollywood ya ha empleado técnicas de IGC para resucitar a estrellas de cine fallecidas y que sigan apareciendo en la gran pantalla. Algunos están empezando a plantearse, si las grandes figuras más deseadas del cine podrían seguir apareciendo las siguientes décadas y quitar el puesto de trabajo a nuevos actores.
¿Hacia dónde se dirigirá la mano de obra en el futuro?
Si observamos hacia el pasado, desde hace décadas la automatización ya era un tema que preocupaba y, aunque había mucha destrucción de puestos de trabajo debido a la tecnología, ha habido más creación y en el mundo desarrollado no han habido periodos prolongados de tasas altas de desempleo debido al desarrollo de la automatización.
En el último siglo el mundo ha ido desarrollándose y ha llevado a eliminar o reducir unos determinados puestos de trabajo y a crear otros nuevos. Por ejemplo, según datos del Instituto Nacional de Estadística, en España la agricultura pasó de representar el 66,7 % del empleo en 1901 al 4,7 % en 2013, y todos los trabajadores del sector agrícola no han vivido en permanente desempleo, sino que con el paso del tiempo las personas se han dirigido hacia nuevos sectores como el industrial o el de servicios, que este último actualmente representa en España tres cuartas partes del empleo.
En la siguiente tabla se muestra la evolución de la estructura del empleo de la economía española desde 1970 hasta 2016:
Fuente: Instituto Nacional de Estadística (2017)
Por tanto, si analizamos el pasado podemos sacar la conclusión que el mundo podrá enfocarse hacia otros nuevos puestos de trabajo. No obstante, este nuevo periodo, que algunos lo llaman la cuarta revolución industrial o la nueva era tecnológica, observamos que es muy diferente porque la tecnología moderna está desarrollándose a niveles extraordinarios para realizar numerosas tareas, tanto mecánicas y rutinarias, como complejas y cualificadas.
0 comentarios:
Publicar un comentario