martes, 3 de octubre de 2017

Las monedas virtuales, ¿burbuja o el futuro del sistema monetario?


Existe un gran debate abierto acerca del mercado de las criptodivisas en el que partidarios y detractores tienen opiniones diferentes sobre esta nueva tecnología y cuál será su papel en el futuro de las economías.




A partir del pasado 1 de octubre las regulaciones chinas de las monedas virtuales se incorporaron a los “Principios Generales del Derecho Civil de la República Popular de China”, esperándose por tanto que las criptomonedas se legislen como “propiedad virtual” a partir de esta fecha. Esto, por tanto, resulta ser una noticia positiva, pues el gobierno chino no piensa que haya un problema con el Bitcoin y la represión vista durante los últimos meses sobre los intercambiadores de divisas virtuales no se expandirá a nivel nacional.

El precio de cotización del bitcoin y el ethereum se vieron afectados debido a la prohibición de China de las ofertas iniciales de monedas (ICO, por sus siglas en inglés), algo que Corea del Sur también ha seguido. Al no ser un mercado regulado, las criptodivisas pueden dar lugar a maniobras fraudulentas, el principal motivo por el que muchos detractores desconfían de estas monedas.

Sin embargo, y pese a esto, recientemente Christine Lagarde, Directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), habló en una conferencia ante el Banco de Inglaterra sobre su punto de vista de las criptodivisas, expresando que “no representan ninguna amenaza para las monedas fiduciarias y los bancos centrales existentes”. A pesar de la extrema volatilidad de las mismas y el riesgo que suponen, “en un futuro cercano la tecnología blockchain puede convertirse en una salida viable para economías con instituciones débiles y monedas nacionales inestables”.

La mejora de este tipo de tecnología con el paso del tiempo podrá dar lugar a que una economía sustituya el uso de divisas fiat por monedas virtuales de curso legal respaldadas por bancos centrales.

Aunque esta teoría es algo que a largo plazo pueda llevarse a cabo, por el momento, hemos podido observar que países como China están ultimando el lanzamiento de su propia criptodivisa, respaldada por su banco central, un proyecto en el que han participado tanto bancos comerciales estatales como privados. Esta moneda virtual se apoyaría en la misma tecnología blockchain (cadena de bloques) que el bitcoin y ayudaría a combatir el lavado de dinero, la evasión fiscal y bajar los costes de circulación.

Otro ejemplo de ello es Japón, que recientemente ha presentado un proyecto para crear JCoin, su propia moneda virtual convertible a yenes. A diferencia del resto de países desarrollados en los que las transacciones con dinero en efectivo representan en torno al 30%, en el país nipón el 70% de las transacciones se realizan de esta forma. Por ello, el objetivo de los bancos japoneses es acabar con el dinero en efectivo mediante su propia moneda virtual, buscando una cotización más estable que Bitcoin.

Por otro lado, el último en sorprendernos ha sido Dubái, que hace unos días anunció que emitirá su propia criptomoneda nacional que se llamará EmCash, como proyecto de aceleración Fintech del país, con el objetivo de facilitar las transacciones para el pago de servicios en Dubái y disminuir la complejidad y el coste de las mismas.

Al igual que Christine Lagarde, el ex gobernador del Banco de la Reserva de la India, Raghuram Rajan, también tiene una buena visión de las criptomonedas en el largo plazo, afirmando que “las monedas virtuales serán más seguras y mejores en el futuro, y acabarán convirtiéndose en un método común para llevar a cabo transacciones”. El gobierno indio está planeando emitir una versión de su propia moneda virtual según reportan algunos medios, dado el gran incremento del uso del bitcoin en este país.


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