¿Qué son los bonos?
Un bono es un instrumento financiero de deuda utilizado tanto por entidades privadas como por entidades de gobierno, negociados en un mercado o bolsa de valores. El emisor del bono se compromete a devolver al prestamista el capital del principal junto con los intereses que correspondan.
Un bono soberano es el emitido por el gobierno de un país colocado en el mercado internacional y la deuda que se genera se denomina deuda soberana.
El mercado de bonos fue la siguiente gran revolución de las finanzas después del desarrollo de las instituciones bancarias en la sociedad, ya que de este modo, los gobiernos conseguían dinero prestado y podían gastar por encima de sus posibilidades.
El negocio de las guerras (y digo negocio porque en toda guerra existen unos pocos que salen económicamente muy beneficiados), que supone un gasto público extraordinario para cualquier nación, ha podido ser sufragado gracias al dinero que los gobiernos obtienen vendiendo bonos y endeudándose en el futuro. Por ejemplo, Alemania en el año 2010 terminó de pagar las últimas cuotas de los intereses de la deuda que contrajo tras la Primera Guerra Mundial para pagar las reparaciones y las indemnizaciones de Guerra a los países aliados acordado en el Tratado de Versalles de 1919. ¡¡92 años de endeudamiento, menudo negocio!!
Pero por otro lado, en tiempos más modernos, el mercado de bonos propició que naciones ricas como Argentina se derrumbaran.
El caso de Argentina como ejemplo histórico de hiperinflación
Argentina era uno de los países más ricos del mundo y hubo un tiempo en cuya renta per cápita solo era un 18 % inferior a la de Estados Unidos. Los inversores que compraban bonos argentinos confiaban en que el país sería tan poderoso como Estados Unidos. Incluso se dice que cuando en 1946 el General Juan Domingo Perón fue elegido presidente, visitó el Banco Central de Buenos Aires y aseguró que había tanto oro que apenas se podía caminar por los pasillos. Pero la historia de este país es un ejemplo de cómo puede ser desaprovechado los recursos y el talento de una nación sin un buen control de las finanzas.
Debemos entender que el mercado global de bonos es mayor que todo el conjunto del mercado de acciones y cuando la inflación acecha puede ser debastador para este mercado y la economía.
En otra publicación hablé del término de la inflación y utilicé la definición de Milton Friedman que decía, que la inflación no es una subida generalizada de los precios, sino un aumento de la oferta monetaria, y la subida de los precios es la consecuencia o síntoma de ello. Es tan peligroso para un país entrar en períodos de alta inflación como de deflación, ya que se pone en juego el equilibrio de la economía.
En el caso de los bonos, el peligro de la inflación es que desequilibra su interés fijo. Si la inflación sube un 10 % y el interés fijo es del 5 %, el propietario del bono perdería un 5 % debido a la inflación. Ante una inflación fuerte, el valor de los bonos disminuye.
La crisis de Argentina de 1989 fue la peor de todas las que sacudió al país. Se sucedieron tres etapas que llevaron al desastre económico de la nación. Aunque estas tres etapas ya han ocurrido a lo largo de la historia en numerosas ocasiones en otros países, hoy, hablaremos del caso de Argentina:
Primera etapa: déficit presupuestario
En la primera etapa el gobierno gasta más de lo que recauda con los impuestos (déficit presupuestario). Normalmente suele suceder en épocas de guerra. En Argentina la Guerra Civil de los años 70 y la guerra contra Gran Bretaña por las islas Malvinas en 1982 causó que más tarde, en 1989, su sistema financiero estuviera a punto de estallar.
En febrero de 1989 la inflación en Argentina llegó al 10 % mensual. Para hacernos una idea, el objetivo de inflación anual de las naciones es del 2 %, por lo que un 10 % al mes puede resultar un desastre absoluto. El gobierno argentino ordenó el cierre de los bancos y para impedir que la moneda nacional se hundiese trató de bajar los tipos de interés, pero en un solo mes, el austral cayó un 140 % respecto al dólar.
Segunda etapa: Venta de bonos
El gobierno no pudo eliminar el déficit del sector público, que fue la causa de la inflación, y el Banco Mundial dejó de conceder préstamos a Argentina. El gobierno para financiar su déficit vendió bonos a sus ciudadanos, pero los inversores sabían que su valor real seria hundido por la inflación en cuestión de días, dado que esta aumentaba por semanas. Esta es la segunda etapa, la venta de bonos para financiar el déficit.
La escasez llegó rápidamente, pues por la falta de dinero, que cada vez valía menos, no se podía reponer las existencias.
Las reservas del Banco Central se sospecharon que se habían agotado cuando el precio de los bonos se desplomó.
Tercera etapa: Aumento de la oferta monetaria
Al gobierno se le acabaron las alternativas para financiarse, dado que sin préstamos exteriores y sin nadie que comprase los bonos, solo podían obligar al Banco Central a emitir más dinero. Pero esto tampoco funciona, dado que cuanto más dinero se imprime, menos valor tiene, y las imprentas trabajaban a toda velocidad. Esta es la tercera etapa, la impresión ilimitada del dinero hasta acabar con el problema o reventarlo. A continuación, pueden verse los diferentes billetes argentinos que cada vez se imprimían con más ceros:
Fuente: http://www.billetesargentinos.com.ar/ |
Para hacernos la idea del peligro de la inflación y como afectaba a los ciudadanos, en abril, a lo largo del día los precios podían llegar a subir tres o cuatro veces. En mayo el precio del café subió un 50 % solo en una semana. Los ganaderos dejaron de llevar sus reses al mercado, ya que una vaca costaba lo mismo que varios pares de zapatos.
Las manifestaciones estuvieron presentes y la falta de existencias y la escasez provocaron saqueos. Miles de personas acudían a los comedores sociales.
En junio, la inflación argentina llegó a un crecimiento anual de aproximadamente un 12.000 %. Por ejemplo, comer en un restaurante costaría en mayo 10.000 australes, en junio habría que pagar 20.000 por la misma comida, y al mes siguiente 60.000 australes.
¿Qué consecuencias tiene la hiperinflación?
En los casos de hiperinflación resulta evidente quien sale perdiendo. La rápida subida de precios hunde a todos los que dependen de un sueldo fijo, los que tienen ahorros, planes de pensiones y los propietarios de bonos que viven de los intereses.
Como dije al principio del texto, Argentina no ha sido el único caso de hiperinflación, ha ocurrido a lo largo de la historia, muy recientemente ha ocurrido en Venezuela, y si analizamos los casos en muchas ocasiones existen denominadores en común.
La siguiente lista muestra los casos de hiperinflación que han ocurrido a lo largo de la historia:
La siguiente lista muestra los casos de hiperinflación que han ocurrido a lo largo de la historia:
Actualmente, todos los países gastan pon encima de sus posibilidades, y somos conscientes del excesivo endeudamiento público de las naciones y de la impresión constante de la nada de dinero por parte de los bancos centrales. Los rescates financieros masivos vendiendo miles de millones de dólares en bonos recién impresos han aumentado el número de compradores de bonos, que ha inflado la demanda y ha traído de nuevo al mercado. Ahora los tipos de intereses están subiendo escalonadamente y hay 10 billones de dólares en bonos con rentabilidades cercanas a cero y sin ellas, bonos que perderán valor según suban los tipos de interés porque menos ahorradores los querrán.
Sea cual sea los remedios que adopten nuestros máximos dirigentes, esperemos que conozcan la historia, sean conscientes de ella y no volvamos a repetir errores, aunque el ser humano es el único animal que cae dos veces en la misma piedra, y a veces tres, cuatro, seis, diez, veinte, …. !!
Sea cual sea los remedios que adopten nuestros máximos dirigentes, esperemos que conozcan la historia, sean conscientes de ella y no volvamos a repetir errores, aunque el ser humano es el único animal que cae dos veces en la misma piedra, y a veces tres, cuatro, seis, diez, veinte, …. !!
Muy buena publicación David. Hay nivel en este blog.
ResponderEliminarGracias Sergio, eso intentaré.
EliminarCómo siempre muy interesante. A veces hasta escalofriante.Ojalá que como tú bien dices no se volviera a repetir.Dudo de que muchos mandatarios sepan la historia. Simples marionetas la mayoría corruptos.
ResponderEliminarBien redactado y de fácil comprensión. Interesante análisis, y preocupante a la vez.
ResponderEliminarhttp://blogs.elconfidencial.com/economia/laissez-faire/2017-02-20/imprimir-dinero-genera-inflacion_1334740/